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UN MENSAJE QUE NO CAMBIA

Actualizado: 29 mar 2020


Hechos 2:14-40 (RVR1960)

14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;

18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo;

20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;

21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;

23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;

24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza;

27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.

29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.

30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,

31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.


Introducción

El mes pasado, hablamos sobre el Pentecostés, y hoy continuaremos estudiando que pasó ese día, hace más de 2000 años.

Dijimos que ese día los discípulos recibieron PODER para poder ser testigos de Cristo.

Y vemos a Pedro, levantándose con los otros 11 y hablando.(v.14)

Es sumamente importante que nuestra vida refleje lo que creemos, porque “lo que hacemos grita mas fuerte que nuestras palabras”, pero también es muy importante que hablemos, Dios mismo nos ha hablado a través de Jesucristo y de lo que tenemos escrito en su Palabra, inspirado por su Espíritu.

Esos discípulos temerosos y llenos de dudas, ahora estaban de pie ante una multitud, hablando de Cristo.

Pedro, que había defraudado al Señor, negándole, en momentos de temor y presión, ahora estaba restaurado y hablando a sus compatriotas con tenacidad y valor.


Qué dijo Pedro?

Pedro hizo la primera predicación de la historia.

Aunque Pedro no tenía una preparación teológica oficial, vemos en su discurso que cumple con las reglas de homilética, y que se advierte un conocimiento aplicado de las Escrituras que sólo pueden ser explicados porque el Espíritu mismo estaba inspirando sus palabras.

Encontramos una introducción, un cuerpo del mensaje, una conclusión y un llamado.

Vamos a aprovechar este mensaje para nosotros también.

-Introducción (Hechos 2:14-21)

14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;

18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo;

20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;

21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

En primer lugar hizo una introducción, explicando el milagro que se estaba manifestando ante los ojos de los oyentes.

Lo que ocurre es que se están cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento y, por ende, los creyentes están recibiendo el don prometido por el Señor resucitado (v. 33, compare con 1:8).

Y para explicar esto cita al profeta Joel. (v.16) (Joel 2:28-32)

Los oyentes eran judíos y conocían las Escrituras y las profecías, por lo que la cita no era algo nuevo para ellos.

-Predicación (Hechos 2:22-35)

En el cuerpo del mensaje, Jesús es proclamado Cristo y Señor.

El mensaje de Pedro tiene tres puntos principales y una conclusión:

a. Jesús era más que un poderoso profeta (v. 22).

22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;

b. Jesús murió por causa de la persecución de la que fue objeto por parte del liderazgo judío (v. 23).

23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;

c. Jesús resucitó, conforme a las Escrituras (v. 24-35).

24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

Resurrección del Cristo predicha por David. Hechos 2:25-31.

25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza;

27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.

29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.

30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,

31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

Los doce testifican de la resurrección de Cristo. Hechos 2:32.

32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

El público presente es testigo del cumplimiento de las profecías y promesas de Cristo (v.33)

33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Y continúa su explicación de esta profecía, explicando que no se refiere a David mismo, sino a Cristo

34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. m

-Conclusión:

d. Dios le exaltó, haciéndole Señor y Cristo (v. 36).

36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Estas ideas serán, con algunas variantes, los puntos principales de todos los sermones en el libro de los Hechos.

-Llamado

Exhortación al pueblo para salvarse. Hechos 2:37-40.

37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

Ante el mensaje, siempre debe haber una respuesta del público oyente, aquí la gente directamente dialoga con Pedro, y él les dice cuál debe ser la respuesta de ellos ante el mensaje de la Palabra de Dios.

Les dice:

- arrepentíos: metanoia, cambien su mente, piensen diferente y vuélvanse a Dios,

- y bautícense: muestren públicamente ese arrepentimiento y cambio de vida, muriendo con Cristo y siendo sepultados con El y resucitados juntamente con El, espiritualmente hablando. (Romanos 6:4)

Y haciendo esto serán salvos, no por lo que hacéis vosotros, sino por lo que ha hecho Cristo. Y también recibiréis el Espíritu de la promesa como veis hoy que lo hemos recibido nosotros!

Y nos dice que les dijo más cosas, pero no están escritas en este pasaje, leyendo sus cartas sabemos que Pedro transmitía fielmente lo que Cristo les había enseñado.


Conclusión

Cuál es nuestra conclusión de lo que hemos visto hoy de la predicación de Pedro para nosotros?

El mensaje que predicamos hoy, mas de 2000 años después de la primera predicación es el mismo, no hay ni debe haber ningún cambio en lo que predicamos.

Jesús nació en este mundo, murió en la cruz, y resucitó! Y nos invita a todos a cambiar nuestra mente, seguirlo y ser llenos de su Espíritu para poder vivir vidas que le agraden.


Ricardo Codagnone





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