Pascua (Pesach), significa "pasar por alto", "pasar de largo". Es una celebración de origen Judío que se instituyó por Dios (Éxodo 12:24, 26-27) para recordar como liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Dios ordenó a Moisés que cada familia sacrificara un cordero de un año que no debía tener defecto, y con la sangre se debían pintar los dinteles de las casas para que cuando el ángel del Señor viera la señal "pasara por alto" esa casa y así no mataría a ningún primogénito. Toda esta celebración era un anticipo con señales proféticas de lo que se cumpliría en Cristo Jesús (1ª Corintios 5:7), que con su sacrificio en la cruz, y su sangre derramada, nos limpia de todo pecado (Hebreos 9:22) a aquellos que lo reconocemos como nuestro Señor y Salvador, y es por eso que el juicio de Dios "pasa por alto", nos perdona, al igual que lo hizo el ángel del Señor en Egipto. Por la sangre del Señor Jesús, somos limpiados y tenemos una nueva vida en Cristo (Romanos 5:9; Romanos 3:24-26) , todos aquellos que reconocemos que El es el Señor y Salvador.
