En la tierra paz!
- Iglesia de la Concordia
- 19 jul
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TEXTO: Lucas 2:1-20 RV1960
Nacimiento de Jesús
2 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Los ángeles y los pastores
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
INTRODUCCION:
Seguramente te ha pasado, como me ha pasado a mí, que tienes planeadas ciertas cosas que luego no se dan, o hay un montón de circunstancias adversas que se producen en el momento menos oportuno, y no entiendes por qué Dios permite eso.
Cuando no se cumplen nuestras expectativas sentimos frustración e incluso nos puede ocasionar sentimientos de tristeza o enfado.
En sus zapatos
Aquí no se nos habla sobre lo que sintieron José y María, pero si nos ponemos en su lugar, leyendo este relato de Lucas, tal vez podamos ponernos en sus zapatos e imaginarnos un poco lo que sentirían en esos momentos, esa noche tan especial en Belén.
Dios acomoda todas las cosas
Vemos que Dios se encarga de acomodar todas las cosas conforme a sus propósitos, no a los nuestros.
José y María eran descendientes del Rey David y vivían en Nazaret, v.4-5, pero las profecías, (Miqueas 5:10), decían que el Mesías iba a nacer en Belén.
Entonces el Emperador de ese momento hizo un censo, v.1, y en esa época las personas se tenían que empadronar en su ciudad de origen según su familia, lo que obligó a José y María a estar en Belén, v.2, justo en el momento del nacimiento de Jesús, v.6-7, para así cumplir con las profecías.
El Rey de reyes y Señor de señores, Ap.19:16, nacía en un establo, una choza donde se resguardaban los animales.
Nació en este pesebre, no porque sus padres eran pobres y no tenían donde vivir. (José era artesano, era carpintero, Mt.13:55, por lo cual sabemos que según los estándares de la época no era de la gente más pobre que eran los campesinos.) Además, buscaron lugar en la posada, o sea que en teoría podían pagarlo, pero no había lugar disponible. V.7
Las circunstancias preparadas por Dios hicieron que esto sucediera de esta manera, para que de una manera gráfica y clara se pudiera apreciar como Dios se despojó de Su Gloria por amor a nosotros, aunque como nos dice la Biblia, nunca dejó de ser Dios. Fil.2:6-8
El mensaje de los ángeles
Como prueba de que se trataba del nacimiento de un niño extraordinario, un hecho sobrenatural marcó ese acontecimiento, v.8-14, ángeles anunciaron a unos pastores lo que estaba sucediendo esa gran noche de importancia no solo histórica, sino eterna, para la humanidad.
Un acontecimiento maravilloso y trascendental, anunciado a gente sencilla del pueblo.
Una figura que representa una ilustración en la que vemos al Dios Altísimo creador del Universo, dirigiéndose a los seres humanos, finitos y terrenales.
Rey, Salvador, Mesías, Señor
El primer ángel que les habló les dijo que esa misma noche había nacido en la ciudad de David, un Salvador, el Mesías y Señor, v.11
Lo que el pueblo de Israel estaba esperando desde hacía siglos, anunciado por las profecías antiguas se estaba cumpliendo en ese mismo momento.
Las palabras de este ángel coinciden con las del Ángel Gabriel en la anunciación, aquí no nos aclara si es el mismo o es otro, en realidad no tiene importancia, lo importante es que tanto en esta ocasión como en la anterior nos dice que:
Rey
El niño es un descendiente del Rey David, por lo tanto, reinará, ejercerá su derecho de Rey. v.11 y Lc.1:32-33
Salvador
Que es el Salvador de nuestros pecados, su mismo nombre lo indica, porque Jesús significa “Dios salva”. v.11 y Lc.1:31
Mesías y Señor
Es el Mesías, el Libertador que nos da verdadera libertad, y el Señor de nuestras vidas, como lo anunciaron las profecías, Miqueas 5, rom.11:26-27, Is.59:20-21, Jer.31:33-34.
Ese pequeño y débil bebé, que dependía de sus padres terrenales, del amamantamiento de su madre, allí acostado envuelto en pañales en un pesebre de Belén, un pueblito cerca de Jerusalén, era Dios mismo hecho un ser humano para identificarse con nosotros.
Paz
Luego una multitud de ángeles le dieron la Gloria a Dios, y anunciaron paz para la humanidad. v.12
Pero no una paz, como el mundo la espera.
Dijo Jesús:
Juan 14:27
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 16:33
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
No es la paz mundial, en la que no hay guerras, ni divisiones, ni tampoco una paz mental producida por el cambio de conciencia, sino una paz espiritual, la paz entre Dios y todos los seres humanos, no solamente con los judíos como se pensaba en ese momento. Ef.2:14-17, y una paz en el corazón por confiar en el único que nos puede dar paz.
La paz entre Dios y los hombres
A partir de Cristo estamos justificados y tenemos paz con Dios.
Romanos 5:1
5 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Los seres humanos desobedecimos a Dios en el Edén, y quedamos separados de Dios, Génesis 3, ¡esa noche Dios se hizo humano para unir a Dios y los seres humanos nuevamente! Porque ese bebé creció, y siendo hombre murió en la cruz en nuestro lugar, resucitó, hoy está vivo y pronto vendrá nuevamente, no como un niño en un pesebre, sino con todo su esplendor y gloria. 1Tes.4:14, Lc.21:27
Dice el famoso himno navideño, “noche de paz, noche de amor”, una noche extraordinaria hace más de 2000 años que nos trajo la esperanza, porque esa paz viene del amor de Dios, como dice el conocido texto en el que podemos leer las palabras de Jesús:
Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¿Quieres esa paz en tu vida?
¡Reconcíliate con Dios!
El ya ha hecho todo lo necesario de su parte, recibe su perdón, entrégale tu vida y tendrás paz con Dios.
CONCLUSION:
Los acontecimientos de la vida no suceden porque sí, todo lleva a los propósitos de Dios, aunque no lo entendamos.
¿Estás viviendo una situación que no entiendes?
¿Te parece que las circunstancias tendrían que ser diferentes?
Recuerda que el niño que cambiaría la historia de la humanidad para siempre nació en un establo.
Los ángeles anunciaron paz, porque ese nacimiento en ese establo nos trajo la paz con Dios.
Recibe esa paz hoy mismo, para que puedas glorificar y alabar a Dios como lo hicieron esos pastores hace unos 2000 años. v.20
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