TEXTO: 2 Corintios 5:17-21 RV1960
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
INTRODUCCION:
Todos sabemos lo que es un embajador de un país. Últimamente, con motivo de la guerra de Ucrania, oímos muchas noticias sobre declaraciones de diferentes embajadores.
Embajador
Un embajador tiene una gran responsabilidad porque es la “persona con el mayor rango en el servicio diplomático, que representa ante otros Estados al Estado que la nombra.” (RAE)
Características de un embajador
Según W.Barclay un embajador:
1) Es un ciudadano de un país que vive en otro país.
2) Habla en nombre de su país, y por ende en nombre del mandatario de su país.
3) El honor de su país está en sus manos, se juzga a su país por sus acciones y sus dichos.
Embajadores de Cristo
Como hemos leído Pablo dice en este párrafo de la carta, que le está escribiendo a los creyentes de la ciudad de Corinto que, nosotros los creyentes, somos embajadores. v.20
Según las características que hemos señalado que reúne un embajador vamos a analizar cuales debemos reunir nosotros.
1) Un embajador es un ciudadano de un país que vive en otro país.
Para ser embajador, en primer lugar, se debe tener la nacionalidad del país al que se representa.
Hay diferentes maneras de obtener la nacionalidad de un país, pero para ser embajador del Reino de los Cielos, única y necesariamente hay que ser nacido en ese Reino.
Nacer de nuevo
Ya nacimos en este mundo y ahora hay que nacer de nuevo, espiritualmente hablando, en ese Reino. Y a eso se refiere Pablo en el v.17
17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! NVI
Ese nacimiento es un nacimiento espiritual, y lo realiza Dios, no se puede explicar humanamente, Jesús dijo que es como el viento que sopla y no lo vemos, pero vemos los resultados que produce. Jn.3:8
Cuando Jesús tuvo la entrevista con Nicodemo lo dejó muy claro, Jn.3:3
3 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús. NVI
Y como Nicodemo tal vez te preguntes, ¿qué tengo que hacer para nacer de nuevo? Jn.3:9
El que creó a los seres humanos es Dios. Adán no tuvo que hacer nada para ser creado, y el que crea un nuevo ser en nosotros es el mismo Dios creador; no podemos hacer nada para poder ser creados espiritualmente, El nos crea de nuevo, nos hace nacer de nuevo por Su poder.
Como dice Pablo, todo esto proviene de Dios. v.18
Jesús le explicó claramente a Nicodemo, como podemos nacer de nuevo:
16 »Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Jn.3:16-18 NVI
Cuando confiamos de todo corazón en lo que Cristo ha hecho por nosotros, El nos hace nacer de nuevo, pero Pablo citando las Escrituras nos hace saber que además de creer, tenemos que decirlo, tenemos que hacer una confesión de nuestra fe.
8 …«La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón». (Dt.30.14) Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. Rom.10:8-10 NVI
No se trata de un ritual, no se trata de unas palabras mágicas, sino de un reconocimiento de lo que Cristo ya ha hecho por nosotros, y un sometimiento a Su señorío en nuestras vidas.
Reconciliación
Pablo repite una y otra vez en este párrafo de 2 Corintios 5, la palabra reconciliación, v.18,19 y20.
El diccionario dice que reconciliarse es volver a la amistad. (RAE)
Los que dejamos nuestra amistad con El y nos separamos de Dios, fuimos los seres humanos por propia voluntad, cuando Adán optó por actuar con orgullo y desobedecer. Rom.5:12
Dios nunca dejó de considerarnos sus amigos, porque El mismo nos dice que nos amó tanto que estuvo dispuesto a enviar a Su Hijo para cargar con nuestra culpa y morir en nuestro lugar. Jn.3:16 Algo imposible de lograr por un ser humano común. v.21
El no tiene que reconciliarse con nosotros. Y aún así, El tomó la iniciativa de reconciliarnos con El mismo por el amor que nos tiene. v.19
Por lo tanto, nuestra reconciliación y nuestra salvación ya está conseguida por Dios, solo tenemos que recibirla como quien recibe un regalo. Somos salvos por gracia y no por obras. Ef.2:8-9
Solo cuando somos nacidos en Su reino, podemos ser sus embajadores, solo cuando estamos reconciliados con El, podemos pedirle a los demás que se reconcilien con El.
Extranjeros
Vivimos en un mundo al que ya no pertenecemos. Jn.17:16
Un embajador pasa la vida entre personas que en muchos casos hablan una lengua diferente, tienen tradiciones diferentes y tienen otra manera de vivir. El cristiano se encuentra en ese caso: vive en el mundo; toma parte en la vida y las actividades del mundo, pero es un ciudadano del Cielo. En este sentido, es un extranjero. El que no esté dispuesto a ser diferente no puede ser cristiano. (W.Barclay)
2) El embajador habla en nombre de su país, y por ende en nombre del mandatario de su país.
Se nos dice en el v.20, que somos embajadores que hablamos en nombre de Cristo:
20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios». NVI
Cristo es el Rey Soberano del Reino de los Cielos, de un reino espiritual, Jn.18:36, por lo tanto si hemos nacido de nuevo en ese Reino, es nuestro Rey y es nuestro Señor, Ap.1:8, nuestra misión como embajadores de Cristo es pedirles a las personas que se reconcilien con Dios. v.20
Nuestra identidad en Cristo
¡Pero somos mucho más que embajadores!
Cuando comprendemos nuestra verdadera identidad en Cristo podemos vivir como El quiere que vivamos, y no según nuestros sentimientos, según las opiniones de los demás, e incluso tampoco según tradiciones y preceptos religiosos impuestos por los hombres.
El apóstol Pedro nos dice:
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1Ped.2:9 NVI
Al tomar conciencia de quienes somos realmente en Cristo, vamos a actuar en consecuencia de lo que somos y así cumpliremos con Su propósito.
Vivencia
Para ser un buen embajador sólo tienes que contar a los demás tu vivencia, no podemos ser embajadores de algo que no hemos vivido; de esa manera estarás proclamando Su amor y poder, como la mujer samaritana en el pozo, que salió a contarle a todo el pueblo que había encontrado al Mesías y muchos creyeron por su testimonio. Jn.4
La postura de Cristo en el mundo
Además, hay situaciones en las que un cristiano tiene que hablar en nombre de Cristo. En las decisiones y consejos del mundo, la suya debe ser la voz de Cristo que presenta Su mensaje en aquella situación. (W.Barclay)
3) El honor de su país está en las manos del embajador, se juzga a su país por sus acciones y sus dichos.
Por el embajador se juzga un país. Se escuchan sus palabras y se observan sus acciones y se dice: “Eso es lo que dice y hace tal o cual país.”
Aquí tenemos el privilegio más honroso del cristiano y su responsabilidad más sobrecogedora. El honor de Cristo y de Su Iglesia están en sus manos. Con sus palabras y con sus acciones puede hacer que se estime, o desestime, a su Iglesia y a su Soberano. (W.Barclay)
La vida del embajador tiene que reflejar lo que dice, y cuidar sus acciones y sus palabras para honrar a su país. Así nosotros tenemos que cuidarnos también, poniéndonos en Sus manos con humildad para que El vaya transformándonos día a día. Rom.12:2
Dijo Jesús que un árbol malo no puede dar frutos buenos, ni al contrario; por sus frutos se conoce como es una persona. Mt.7:15-20
Nuestra manera de vivir es muy importante y debemos cuidarla para honrar a nuestro Señor. 1Ped.1:13-25 Si realmente hemos confiado en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, eso debe reflejarse en nuestras vidas y dar buenos frutos, porque actuamos y hablamos en este mundo en nombre de Cristo. v.20
CONCLUSION:
¿Has confiado en Cristo como tu Señor y Salvador?
Si realmente hemos confiado en Cristo como nuestro Señor y Salvador, hemos nacido en Su Reino, El es nuestro Rey, y nosotros sus embajadores.
¿Estás siendo un embajador de Cristo?
Como embajador tienes un trabajo que hacer, y es vivir como extranjero en este mundo hablando en nombre de tu Rey.
Y ese mensaje de parte del Rey es: ¡reconcíliense con Dios, vuelvan la amistad con Dios, porque El nunca la ha retirado!
Dios te ama.
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