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¡Dios, no quiero sufrir!

TEXTO: 2 Corintios 1:3-7 RV1960


3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. 7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.


INTRODUCCION:


Hace poco vivimos una etapa terrible de la historia, pasamos por una pandemia que ha dejado una estela de muertes y consecuencias nefastas a todos los niveles: salud, sociales, económicas, psicológicas, emocionales y hasta espirituales.


Cuando todavía estamos con la resaca de ese terrible acontecimiento, y aún hay afectados por el virus, nos llega otra desgracia: la guerra de Rusia con Ucrania, con afectación al mundo entero debido a la globalización.


Sabemos que a lo largo de la historia ha habido sufrimiento, pero esto nos ha tocado a nosotros en nuestro tiempo.


Por otra parte, hay países en el que por el solo hecho de creer en Cristo muchos hermanos son condenados a muerte, y según estadísticas cada 3 minutos muere un creyente debido a su fe. Aunque no lo crean estamos viviendo la época de mayor persecución de cristianos de la historia.


Y tengamos en cuenta también a aquellas personas, que más allá de la creencia religiosa que tengan, sufren persecución y acoso por su condición política, económica, sexo, color de piel, ideología, etc.


Además de las situaciones a nivel general, en su historia particular cada uno pasa por cosas que le hacen sufrir, desde traumas y sentimientos internos hasta acontecimientos y circunstancias externas, que vivimos de manera intensa y profunda, y las percibimos como de gran gravedad para nosotros de forma individual.


Sea como sea, hay una realidad: en este mundo sufrimos todos.


Consolación y sufrimiento


En cada uno de estos 7 versículos encontramos la palabra consolación.


Y en 6 de ellos, se nos habla de su contrapartida: sufrimiento, traducido en esta versión por tribulación y aflicción.


Dios es digno


3 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre consuela. LP


En primer lugar, Pablo alaba a Dios por Su misericordia y consuelo. v.3


Dios es digno de alabanza y adoración, simplemente porque El es digno. Ap.4:11 y Ap.5:12 Incluso cuando hay sufrimiento, incluso cuando no entendemos lo que Dios permite en nuestras vidas.


¿Por qué Dios no evita el sufrimiento?


Nos dice que Dios es misericordioso…entonces… ¿por qué no evita el sufrimiento?, ¿por qué en lugar de eliminar el sufrimiento, nos consuela por nuestro sufrimiento?


Si Dios evitara el sufrimiento de sus hijos, no haría falta que los consuele, y por lo tanto no se manifestaría su misericordia y consuelo en sus hijos.


Si todo nos va bien, ¿cómo experimentaremos el poder de Dios obrando a través de las circunstancias de la vida?


Si nunca necesitas sanidad, trabajo, resolver un problema… ¿cómo podrás ver el poder providencial de Dios en esa situación?


Si el ser humano no se hubiera apartado de Dios, ¿cómo podríamos ver su poder Salvador a través de Jesucristo?


Otra gran pregunta de todos es:


¿Si Dios tiene el control de todo, por qué permite el sufrimiento?


El tiene el control sobre todo, aún sobre el sufrimiento y la maldad. Salmos 103:19 Job 37:23


Estos no son ocasionados por El, sino que son consecuencia de la caída de satanás y sus seguidores, del hombre y de toda la creación junto con él, a raíz de su desobediencia. Hch.26:18 Rom.8:21-22


Los que hacen el mal son: nuestro enemigo satanás y sus servidores, los seres humanos, e incluso la naturaleza caída a través de catástrofes y enfermedades. 1Jn.5:19


Pero en estos tiempos, El los permite, porque a través de éstos se resalta y se manifiesta su poder, su gracia y su misericordia. v.3


El sufrimiento es una prueba


1 Pedro 1:6-7


6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,


Cuando pasamos por sufrimientos, buscamos a Dios más fervientemente que nunca.


Nuestra relación con El se hace más estrecha, porque, aunque en esos momentos en los que hasta parece que se ha alejado de nosotros, clamamos como nunca por Su intervención.


Como podemos ver en el libro de Job, cuando peor se encontraba Job, a pesar del silencio de Dios seguía buscándole y rogando para que lo saque de esa horrible situación en la que se encontraba: había perdido sus hijos, su riqueza, sus posesiones, su status social, sus amigos lo condenaban sin razón, y sobre todo esto padecía de una terrible enfermedad que lo estaba torturando día y noche.


Una vez superada la prueba, crecemos, nos fortalecemos, podemos ver el poder de Dios obrando en nosotros y en nuestra situación y nuestra fe crece.


Cuando Job superó la prueba, no sólo conoció realmente a Dios, Jb.42:5 sino que fue más bendecido que en su situación anterior. Jb.42:12


Dios piensa diferente


El no piensa ni actúa como nosotros.


Cuando Job, se quejó porque Dios había permitido que él sufriera, y le reclamó por lo que consideraba como Su indiferencia ante la maldad en el mundo, ¡la respuesta de Dios dejó a Job sin argumentos! Job 38 al 41


Básicamente le dice a Job, que el Dios creador, infinito, todopoderoso, omnisciente, omnipresente, no tiene porqué darle explicaciones a su creación, finita y limitada en todo.


El hace lo que quiere, cuando quiere, y como quiere, porque es Dios, aunque hay cosas que en nuestra limitación nosotros no podemos entender, incluso hay cosas para las cuales no tenemos explicación.


Dios ve la película completa, nosotros la vamos viendo por capítulos.


Su mente no es nuestra mente. Is.55:8-9


El sufrimiento acabará


Jesús dijo:


Juan 16:33


33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.


Jesús ya nos advierte que sufriremos; esto de “ven a Cristo y ya no sufrirás” no es verdad, pero sí es verdad que podemos tener paz en Cristo, porque confiamos en que El ha vencido.


Llegará un día en el que la maldad y el sufrimiento desaparecerán porque serán destruidos y estaremos en Su presencia directa, y viviremos constantemente dentro de la manifestación de Su Luz, Su amor, Su gracia y Su misericordia. Ap.21:4 Ap.22:3-5 Ya no será necesario que se muestre Su gloria porque viviremos dentro de su gloria.


Consolar a otros


4 Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos de manera que también nosotros podamos confortar a los que se hallan atribulados, gracias al consuelo que hemos recibido de Dios. LP


Los sufrimientos del creyente tienen un motivo: consolar a otros.


Cuando pasamos por problemas, Dios nos conforta, para poder confortar a otros que estén pasando por sufrimiento.


Dios nos consuela


5 Porque, si bien es cierto que como cristianos no nos faltan sufrimientos, no lo es menos que Cristo nos colma de consuelo. LP


Nadie puede entender realmente por lo que está pasando otra persona si no ha vivido lo mismo.


Por eso, el que nos consuela, sabe exactamente como nos sentimos y lo mal que lo estamos pasando porque El vivió en este mundo todo lo que nos toca vivir a nosotros.


Dios mismo en la persona de Jesucristo, padeció sufrimientos en este mundo, se identificó con nosotros para ser ejemplo en todo.


Como dice:


1 Pedro 2:21


21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;


Una cadena de consoladores que han sufrido


6 Si nos toca sufrir es para que redunde en consuelo y salvación de ustedes; si recibimos consuelo, es para que también ustedes se animen a soportar los mismos sufrimientos que nosotros soportamos.

7 Tiene, pues, una sólida base nuestra esperanza con respecto a ustedes, por cuanto sabemos que si comparten nuestros sufrimientos, habrán de compartir también nuestro consuelo. LP


La cadena de sufrimiento y consuelo continúa desde Jesucristo, pasando por los apóstoles, siguiendo por los primeros cristianos y llegando hasta nuestros días a través de la historia hasta nosotros.


Sufrimos para ser consolados, y poder consolar a los que sufren.



CONCLUSION:


Aunque no llegamos a comprenderlo en su totalidad, Dios permite el sufrimiento dentro de Su voluntad, para que su misericordia y consuelo sean manifestados.


Al sufrir y ser consolados, nosotros podemos consolar a otros en su sufrimiento.


Sea cual sea la situación que estemos pasando, Dios siempre es digno de ser alabado y adorado, porque El es Dios.


¿Estás sufriendo?


Alaba a Dios.


Aunque no lo entiendas Su propósito se está cumpliendo en ti.






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