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Desde la libertad hasta el amor




TEXTO: 1 Corintios 8:1-13 RV1960


1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.

2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.

3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.

5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),

6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

7 Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina.

8 Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.

9 Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.

10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos?

11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.

12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.

13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.



INTRODUCCION:


“El Dr. H. A. Ironside (1876-1951 Teólogo canadiense) contó de un incidente cuando estaba en un picnic de cristianos. Un hombre estaba ahí que había sido convertido del Islam. Una niña le trajo una cesta de bocadillos y le preguntó si quería algunos. Dijo: “¿De qué tipo tienes?”. Ella dijo: “Me temo que los únicos que nos quedan son de jamón”. Él dijo: “¿No tienes alguno de ternera?”. Ella contestó: “No, ya no nos quedan”. “Bueno”, dijo él, “entonces no tomaré ninguno”. Sabiendo que era cristiano, la niña le dijo: “¿No sabes que como cristiano eres libre de todas esas restricciones de la comida y que puedes comer puerco y jamón o lo que sea?”. Él le dijo: “Si, lo sé. Sé que soy libre de comer puerco, pero también soy libre de no comerlo. Todavía estoy involucrado con mi familia en el Medio Oriente. Voy a mi casa una vez al año, y cuando llego a la puerta de mi padre, la primera cosa que me pregunta es: ‘¿Ya te han enseñado esos infieles a comer su asquerosa carne de cerdo?’. Si le digo que sí, seré echado de esa casa, y no tendré ningún testimonio más en ella. Pero si le puedo decir que no, que ningún cerdo ha pasado por mis labios, entonces tengo admisión a la familia y soy libre de contarles sobre Cristo. Por lo tanto, soy libre de comer o soy libre de no comer”.


Esa historia pone todo este problema en perspectiva. No tenemos que reclamar nuestros derechos a la libertad basados en el conocimiento. Somos libres de renunciar a nuestros derechos en cualquier momento en el que la situación lo justifica. Aunque tenemos los derechos, también tenemos el derecho a no ejercitarlos por bien del amor.”


https://www.raystedman.org/es/devociones-diarias/1-corintios/en-nombre-del-amor


Lo sacrificado a los ídolos


Seguimos con la lectura de la carta de Pablo a los creyentes de Corinto.


En este capítulo y en los dos siguientes trata principalmente de un tema que en nuestros días a priori podríamos considerar que no tiene relevancia, por lo menos en nuestro mundo occidental, que es el tema de si los creyentes pueden comer la carne de los animales ofrecidos en sacrificio a otros dioses.


Para la gente de esa época era un tema muy importante, y poniéndonos en su lugar podemos llegar a entenderlo.


En aquellos tiempos, (como ocurre aún en algunos países en la actualidad), se ofrecían sacrificios a los ídolos y una parte se quemaba, otra se llevaban los sacerdotes, otra el que ofrecía el sacrificio y lo demás se vendía en restaurantes del templo o en las carnicerías.


La pregunta


Esto claramente establece un dilema moral y espiritual para los creyentes corintios y le plantean a Pablo la pregunta, ¿en relación a lo sacrificado a los ídolos, que postura debían tener los creyentes?. v.1


Conocer y saber


Aparentemente, la pregunta tenía una respuesta implícita esperando la confirmación de Pablo, por eso dice “todos tenemos conocimiento…” v.1 y también “sabemos…” v.4


Shemá


Por lo que vemos estos creyentes, aunque no eran judíos ya habían sido instruidos en algunos aspectos claves como el “Shemá” (“oye”) judío que viene de:


Deuteronomio 6:4

4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.


Con estas palabras se comenzaban las oraciones judías que se hacían por la mañana y por la tarde.


Ellos ya sabían que sólo hay un Dios, y que los ídolos no son nada. Zeus, Apolo, Afrodita, son sólo superstición, y algo ofrecido a su estatua no es afectado en nada, porque no existen. v.4-6


Actividad demoníaca


Sin embargo, en el capítulo 10 Pablo hace alusión a que detrás de esas estatuas y rituales, hay una actividad demoníaca, y les pide que no participen de las comidas en el templo, porque eso sería participar de la mesa de los demonios, y si comen carne comprada en la carnicería o que les sirven en una casa, ni pregunten, pero si les avisan que eso ha sido sacrificado a los ídolos que no lo coman por motivos de la conciencia del que se lo ha avisado.


Envanecimiento


Podríamos deducir que había en la pregunta un cierto aire de superioridad en los que la formulaban en detrimento de los hermanos que pensaban que comer carne era pecado, porque en su mayoría había sido ofrecida a los ídolos, incluso a veces no podían saberlo con certeza.


Tal vez un creyente se comía un buen bistec y para él sólo era una comida más sin ningún significado religioso, pero para otros creyentes el comer de esa carne que había sido sacrificada a un ídolo implicaba un acto espiritual de veneración a ese ídolo, por lo cual se veía afectada su devoción al verdadero y único Dios, mientras que para otros significaría un mal testimonio ante los no creyentes porque al verlo participar de estos alimentos los demás podrían pensar que los creyentes apoyan estos ritos. Para el que pensaba que comer esa carne no significaba nada pensaba que lo que decían los otros era una tontería.


Se paraliza el proceso de aprendizaje


Por lo que Pablo les dice que tengan cuidado con creerse que ellos lo sabían todo, porque eso les puede hacer caer en envanecimiento, puede provocar orgullo y paralizar el proceso de aprendizaje, v.1-3


Solo Dios conoce al 100% todas las cosas, incluso a nosotros mismos, v.3


Ejemplos


En la historia de la humanidad hay muchos ejemplos, sobre todo en el área de la ciencia, de conocimientos que han frenado el avance del verdadero conocimiento, como cuando se daba por hecho que el sol giraba alrededor de la Tierra, que la partícula más pequeña que existe es el átomo, que las enfermedades eran causadas por efluvios, y muchas cosas más, que se daban por hechas y no eran así, retrasando el avance de la ciencia, ya que al aceptarse como verdades absolutas no se continuaba investigando sobre ello por mucho tiempo hasta que alguien las cuestionaba.


Soberbia


Así también pasa en el área espiritual, a veces nuestra soberbia hace que no avancemos, que no crezcamos y no permite que el Señor obre en nuestras vidas, y lo que es peor entorpece el crecimiento de los hermanos más débiles o supuestamente más débiles, porque nuestro orgullo nos hace creer más sabios y superados. V7-12


Estamos en obras


Pero tengamos por cierto todos, que TODOS aún estamos en obras, nadie tiene ya el conocimiento de todo, nuestras vidas son transformadas cada momento por el poder de Dios, y El constantemente está obrando en nosotros para enseñarnos cosas. 2 Cor.3:18 Y continuará hasta el día que regrese Jesucristo. Fil.1:6


Crecimiento espiritual del otro


Por eso si algo puede llegar a entorpecer el crecimiento de alguien en su vida espiritual, como dijo Pablo, es mejor no hacerlo, v.13


Pablo nos dice en 1 Corintios 10:23-24


23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.


Si por ejemplo tomar alcohol para ti no representa ningún problema, pero para tu hermano que es débil en ese aspecto sí, entonces no tomes alcohol en su presencia.


Si montar un árbol de Navidad para algunos hermanos es causa de escándalo, pues no montamos un árbol de Navidad en la iglesia.


Si bailar es un problema para otros hermanos, pues no invites a ese hermano a un baile.


Si un hermano considera que ver TV es malo, no enciendas la TV cuando ese hermano va a tu casa.


Y así podríamos seguir citando ejemplos, nadie tiene derecho a reclamar una libertad que pueda traerle perjuicios a otra persona.


Tenemos que tener una actitud de alerta y estar atentos a como nuestro comportamiento puede afectar a la otra persona, para no pecar contra nuestros hermanos haciéndoles caer, porque si ese hermano cae estamos pecando contra Cristo. v.12


El amor edifica


Creer que lo sabemos todo produce vanidad, pero el amor edifica. v.1


Amar es sacrificio, a veces tenemos que renunciar a nosotros mismos por salvaguardar la vida espiritual de un hermano.


En esta misma carta, unos capítulos más adelante Pablo dice:


1 Corintios 13:4-7


4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.


Dios es amor, y sólo podemos amar verdaderamente y poner en práctica este amor perfecto, cuando le hemos conocido, y nos dejamos transformar por El, sino es imposible amar a nuestro hermano como es debido. Jn.4:8


No podemos solamente decidir amar y proponérnoslo por nosotros mismos, necesitamos el amor de Dios, necesitamos su esencia, que es el amor, en nosotros, para poder amar.


Y Dios demostró ese amor enviando a su Hijo unigénito, para que podamos conocer personalmente ese amor, Dios mismo haciéndose un ser humano, dejando atrás su gloria, para morir en nuestro lugar por nuestros pecados. Jn.3:16


Al recibir su amor, somos llenos de su amor, es la única manera de poder amar.


¿Pero que es amar? No es decir todo el tiempo te amo, ni estar abrazando constantemente al hermano. Amar es renunciar a nosotros mismos para que nuestro hermano crezca en Cristo. v.13


Libertad es elegir


Nuestra libertad es elegir someternos a la libertad de nuestros hermanos, todo lo que hacemos tiene que servir para edificar a nuestros hermanos, y no para envanecernos a nosotros mismos.


Pablo termina su carta diciendo que está dispuesto a renunciar a sus gustos para no ser ocasión de que sus hermanos caigan en pecado. v.13 y en el siguiente capítulo enumera una serie de cosas a las que ha renunciado por causa de la iglesia.


CONCLUSION:


El amor de Dios nos libera para poder elegir libremente lo que edifica a nuestros hermanos.


Nuestra libertad llega hasta donde empieza el crecimiento espiritual de nuestros hermanos, pero el amor no tiene límites.


Si hasta ahora no has estado atento a tus hermanos para hacerles crecer, el desafío es empezar a hacerlo!!!







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