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Creí, por lo cual hablé!

TEXTO: 2 Corintios 4:13-18 RV1960


13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.



INTRODUCCION:


A todos nos encanta oír historias de vivencias personales.


A veces los abuelitos nos cuentan una y otra vez la misma historia, y ya nos las sabemos de memoria, pero las escuchamos como si fuera la primera vez, cada vez que las cuentan.


Las historias nos llegan al corazón, nos hacen identificar con las experiencias y vivencias de quien las cuenta, les dan vida a las enseñanzas, y aprendemos de ellas de manera práctica y cercana.


La vivencia de un rey???


En este capítulo Pablo basa su discurso en el Salmo 116, y cita una frase de este en el v.13; en muchos salmos se aclara que han sido escritos por el rey David, en este en particular no se especifica quien es el autor, por lo que este salmo para algunos presenta dudas de que David sea su autor, aunque para otros está claro que lo escribió el rey David.


Particularmente creo que es un testimonio de una vivencia personal que dejó por escrito el rey David.


En el caso de que no estuviera escrito por David, por lo menos vemos que el salmista era una persona con la actitud de David, y esa actitud es lo que resalta Pablo, por lo tanto, centrémonos en la actitud manifestada.


Jesús lo cantó!


Es uno de los salmos (Hallel) que por tradición se cantan en la fiesta de la Pascua judía, y como vemos en los Evangelios, después de la última cena Jesús lo cantó con sus discípulos antes de su crucifixión. Mt.26:30 y Mr.14:26


5 partes


Este salmo podríamos separarlo en una estructura de 5 partes, para este estudio.


Vamos a analizar cada parte a medida que vamos leyendo el salmo.


Salmos 116 RV1960


  1. Agradecimiento


1 Amo a Jehová, pues ha oído

Mi voz y mis súplicas;

2 Porque ha inclinado a mí su oído;

Por tanto, le invocaré en todos mis días.


David comienza el salmo con una declaración de amor a Dios y un corazón agradecido a Dios.


Después de leer esta primera parte nos preguntamos:


¿Hay agradecimiento en tu vida diaria? ¿O solo hay una constante actitud de queja?


Ya la ciencia de la psicología nos habla desde hace tiempo en sus diferentes estudios, sobre la importancia de tener una actitud agradecida, y, además, en la actualidad están de moda los “couchers”, que también nos instan a ser agradecidos. 


Porque está confirmado y comprobado, que esto reduce el stress y nos ayuda a vivir más felices. 


Pero como vemos al estudiar la Biblia, esta afirmación no es un invento de la ciencia, ni tampoco se trata solo de buenos consejos, sino que Dios en Su infinita sabiduría ya nos enseña desde la antigüedad en Su Palabra a ser agradecidos, pero no con el universo, con la madre naturaleza, o con nuestra fuerza interior, sino con El, que es nuestro sustentador y nuestro proveedor.


Proponte en tu vida, tener la actitud del salmista, y cada día agradece a Dios.


Haz una lista de cosas por las cuales agradecer, y cada día agrega una más al listado, verás como esa lista será cada vez mas larga, y te darás cuenta de que hay bendiciones de las cuales ni siquiera eras consciente.


Sobreabundancia de acción de gracias.


En el versículo 15 Pablo nos habla de la importancia de que sobreabunde la acción de gracias, porque esto le da la gloria a Dios.


15 Todo esto ha sucedido para bien de ustedes, para que, recibiendo muchos la gracia de Dios, muchos sean también los que le den gracias, para la gloria de Dios. DHH


Los problemas vienen, pero también son muchos los motivos por los cuales dar gracias, ¡no lo olvidemos!


  1. Problema


3 Me rodearon ligaduras de muerte,

Me encontraron las angustias del Seol;

Angustia y dolor había yo hallado.


Hay corrientes teológicas que enseñan que si eres un buen cristiano no sufres, no tienes problemas y todo te va bien, incluidos en este tipo de pensamiento los judíos, recuerden como los amigos de Job le juzgaban y le decían que seguramente estaba pasando por esas vicisitudes por sus pecados. 


O sea que este pensamiento no es moderno, ya viene desde tiempos antiguos.


Pero aquí encontramos al rey David, un hombre “conforme al corazón de Dios”, 1Sam.13:14, pasando por dificultades.


Pasó por angustia y dolor. Incluso hasta peligro de muerte.


A cuantos le han dicho: un creyente no puede estar triste. 


¡Eso es una mentira del enemigo!!! Los creyentes sí pueden estar tristes y angustiados.


Lo importante es lo que hacemos con esa tristeza y angustia, ¿nos regodeamos en ella o se la entregamos a Dios?


Desánimo y sufrimiento


En los versículos 16 y 17, Pablo nos habla del desánimo y del sufrimiento.


Por lo tanto, vemos, no sólo en estos versículos sino a lo largo de toda la carta, que los primeros cristianos, incluido el gran apóstol Pablo, sufrieron. ¡Se angustiaron, tuvieron tristeza, pasaron por problemas! 


16 Por eso no nos desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día. 17 Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante. DHH


Lo importante es la actitud ante el problema, ante el desánimo, ante la angustia y la tristeza.


Lo importante como nos dice Pablo, es centrarse en la eternidad y no en lo pasajero de esta vida.


Si nuestro foco esta en este mundo, los problemas y los sentimientos de angustia se hacen grandes ante nosotros, si nuestro foco está en Dios, los problemas y nuestra angustia se vuelven pequeños ante El.


  1. Acción ante el problema


4 Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:

Oh Jehová, libra ahora mi alma.


La actitud del salmista fue acudir a Dios.


Se humilló delante de Dios, reconociendo que por él mismo no podía cambiar nada, ni siquiera sus sentimientos. Tuvo una actitud de humildad y dependencia. 


Hay cosas que nosotros podemos controlar, que podemos cambiar, y que podemos hacer, pero hay otras cosas que solo Dios puede hacer. Lc.18:27


Pablo mismo nos dice:


6 No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Fil.4:6 DHH


Y precisamente esto mismo fue lo que hizo el salmista, acudió a Dios presentando su problema, con una actitud de gratitud.


¿Qué haces tú cuando estas sufriendo? ¿Qué haces cuando a tu vida llega la enfermedad, problemas económicos, maltrato social, persecución cultural y moral, tristeza, desánimo…?


¿Te encierras en ti mismo? ¿te llenas de actividades, de trabajo, de ruido, para no pensar? ¿te quejas todo el tiempo? ¿lo vas contando a todo el mundo compadeciéndote de ti mismo? 


Vemos en la Biblia que el rey David no hizo eso, Pablo no hizo eso, y mucho menos el Señor Jesucristo en los momentos de mayor angustia, Mt.26:39, sino que nos dejaron el ejemplo de acudir al Padre y presentar nuestros problemas con una actitud de agradecimiento.


  1. Resultado


5 Clemente es Jehová, y justo;

Sí, misericordioso es nuestro Dios.

6 Jehová guarda a los sencillos;

Estaba yo postrado, y me salvó.

7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo,

Porque Jehová te ha hecho bien.

8 Pues tú has librado mi alma de la muerte,

Mis ojos de lágrimas,

Y mis pies de resbalar.

9 Andaré delante de Jehová

En la tierra de los vivientes.

10 Creí; por tanto hablé,

Estando afligido en gran manera.

11 Y dije en mi apresuramiento:

Todo hombre es mentiroso.


En David hubo humildad, acudió a Dios reconociendo que solo a El podía entregar su problema, que ninguna persona tiene el poder para hacer todo lo que solo puede hacer Dios, aunque algunos lo nieguen e incluso nos quieran convencer de que ellos pueden hacer las mismas cosas que Dios. v.11


Dice el salmista: creí y por tanto hablé, tuve confianza, tuve fe, y por eso hablé, declaré mi fe, mi confianza en Dios. v.10


Y Pablo nos dice que con esa actitud y en ese espíritu de fe y confianza con la que habló el salmista, nosotros también hablamos, y tenemos puesta nuestra confianza en la resurrección, en la vida eterna y no en las cosas pasajeras de este mundo.


 13 La Escritura dice: «Tuve fe, y por eso hablé.» De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos. 14 Porque sabemos que Dios, que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él, y junto con ustedes nos llevará a su presencia. DHH


18 Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas. DHH


  1. Acción ante el resultado


12 ¿Qué pagaré a Jehová

Por todos sus beneficios para conmigo?

13 Tomaré la copa de la salvación,

E invocaré el nombre de Jehová.

14 Ahora pagaré mis votos a Jehová

Delante de todo su pueblo.

15 Estimada es a los ojos de Jehová

La muerte de sus santos.

16 Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,

Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva;

Tú has roto mis prisiones.

17 Te ofreceré sacrificio de alabanza,

E invocaré el nombre de Jehová.

18 A Jehová pagaré ahora mis votos

Delante de todo su pueblo,

19 En los atrios de la casa de Jehová,

En medio de ti, oh Jerusalén.

Aleluya.


El salmo concluye de la misma manera que se inicia, con gratitud y también con alabanza.


El resultado final de la vivencia es la acción de gracias.


Gratitud en todo tiempo.


Un sándwich de gratitud: gratitud al principio del salmo, en medio planteamiento del problema, luego solución por parte de Dios, y al final otra vez gratitud.


Pero además el salmista, reconoce que lo que ha recibido es por la gracia de Dios, v.12-13 y renueva su compromiso con Dios y le alaba. v.14-19


Si como creemos David escribió este salmo, vemos que, siendo un rey, reconoce que él depende de Dios, que es un simple siervo, pero que vive libre de ataduras. v.16 y que su vida es apreciada por Dios. v.15


Por eso Pablo tomó este texto de este salmo, muy conocido por los judíos, en el que en todo el capítulo hay una conexión implícita, diciendo:


13 La Escritura dice: «Tuve fe, y por eso hablé.» De igual manera, nosotros, con esa misma actitud de fe, creemos y también hablamos. 14 Porque sabemos que Dios, que resucitó de la muerte al Señor Jesús, también nos resucitará a nosotros con él, y junto con ustedes nos llevará a su presencia.


Porque debemos seguir el ejemplo del rey David en esta ocasión.


CONCLUSION:


¿Estás pasando un tiempo de tristeza? ¿de dolor? ¿de problemas?


¿Sientes que por esa razón tú le estás fallando a Dios?


¿O por el contrario, sientes que Dios te está fallando a ti?


Recuerda el testimonio del rey David y sigue su ejemplo.


Pon tu mirada en lo eterno, fija tus ojos en Cristo, agradece y pon tu situación en Sus manos, y El conducirá tu vida para que al darle gracias sea glorificado.





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