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¡LLEGA EL REY!

Domingo de Ramos Texto: Juan 12:12-19 La entrada triunfal en Jerusalén (Mt. 21.1-11; Mr. 11.1-11; Lc. 19.28-40) 12 El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!! 14 Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:

15 No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.

16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho. 17 Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.

18 Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal. 19 Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.

INTRODUCCION El Domingo de Ramos, está señalado en los calendarios, es el domingo previo a la Semana Santa. Es una festividad “cristiana”, en la que nos encontramos con gente que conoce, gente que no sabe y gente que cree saber, qué es lo que se celebra en estos días de Pascua. LOS QUE CONOCEN Por un lado vemos gente que conoce el verdadero significado de esta fiesta y lo recuerda sabiendo lo que realmente significa para nuestras vidas, aunque algunos saben algo pero todavía no lo comprenden bien. LOS QUE NO SABEN Por otro lado para otros es como cualquier otro dia, pero aprovechan para reunirse con la familia, irse de excursión, comer comidas especiales de estas fechas, etc. LOS QUE CREEN SABER También vemos por la calle gente que lleva una rama para que se la bendigan y luego colgarla en su casa para que les de suerte, y creen que por esto saben de que se trata esta fiesta, porque los que son responsables de guiar espiritualmente a estas personas estan ciegos y no cumplen correctamente con su función, sino que los guian al error. IGNORANCIA La diferencia entre unos y otros radica en la ignorancia. Según el diccionario de la RAE esta palabra viene del latín y significa: falta de conocimiento. EN TIEMPOS DE JESUS Cuando Jesús entró ese día en Jerusalén, pasaba lo mismo que en nuestros días. Cada año los judíos peregrinaban a Jerusalén para adorar a Dios en el templo, recordando el Pésaj, aún hoy se sigue celebrando esta fiesta solemne entre los judíos, en la que se recuerda la salida de Egipto del pueblo judío hacia la tierra prometida. Grandes multitudes visitaban Jerusalén, en esas fechas. Y también allí nos encontramos con los que conocen, los que no saben y los que creen saber, que es lo que está sucediendo en su tiempo. LOS QUE CONOCEN (Juan 12:12-13) 12 El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, 13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: !!Hosanna! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! En el evangelio de Lucas se nos dice que los discípulos comenzaron a alabar a Jesús.(Lucas 19:37) Proclamaban las palabras de este Salmo: Salmos 118:25-26 25 Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora. 26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos. Sus discípulos proclamaban que él es Rey, eso es correcto, porque le seguían y creían en él, como vemos en la declaración de Natanael: Juan 1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Esta declaración implica reconocer en Jesús, todo lo que expone el profeta Isaías resumido en este texto: Isaías 44:6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. Constantemente se estaban cumpliendo profecías delante de sus propios ojos, y ellos no se daban cuenta, eran testigos presenciales del cumplimiento de la profecía del profeta Zacarías (Juan 12:14-15): 14 Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: 15 No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna. Zacarías 9:9 9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Los reyes entraban triunfantes a la ciudad después de ganar una batalla montados sobre su caballo, Jesús entró montado sobre un burro, como señal de humildad. Aunque un día vendrá victorioso montado sobre un caballo para la batalla final.

Apocalipsis 19:11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

Aunque como nos dice Juan, todavía no llegaban a entender esto en toda su plenitud

(Juan 12:16) .

16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.


LOS QUE NO SABEN

En el evangelio de San Mateo, se nos relata que algunos decían que Jesús era un profeta de Nazaret.(Mateo 21:11)

Algunos lo querían hacer rey porque sólo les interesaba recibir algo, se habían enterado de que había resucitado a Lázaro, y querían milagros para ellos también, querían obtener beneficios económicos, políticos, sociales.

(Juan 12:17-18)

17 Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.

18 Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.

Ya hacía tiempo que los judíos querían hacerlo rey a Jesús por sus intereses terrenales y egoístas, ellos esperaban, y siguen esperando aún, a un Mesías, que los libere de la opresión económica y política de este mundo, por eso Jesús no se los permitió:

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

La mayoría de la gente lo consideraba un profeta, un santo, un agitador político, un mago...no sabían realmente quien era Jesús, y sin embargo estaban en la entrada de Jerusalén, poniendo mantos y palmas a los pies de Jesús.

Mateo 16:13-14

13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

LOS QUE CREEN SABER

Habían multitudes ese día en Jerusalén, todos estaban celebrando la Pascua Judía, Pésaj, todos cumplían con los preceptos de la Ley.

También esperaban a un Mesías.

Incluídas las máximas autoridades políticas y religiosas judías que también estaban allí.

En el texto de Juan vemos que las autoridades judías consideraban como una amenaza a Jesús

(Juan 12:19)

19 Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.

Los que debían pastorear a la nación hebrea los guiaban al error, ellos consideraban que si Jesús era su rey los romanos tomarían represalias y ellos perderían sus privilegios y status. Y no aceptaban la autoridad espiritual de Jesús, porque El les revelaba lo que realmente había en sus corazones.

Cumplían con muchos ritos, creían que agradaban a Dios, pero en realidad estaban alejados de El, y alejaban al resto del pueblo junto con ellos.

UN REY CON UN REINO

Pocos días mas tarde, muchos de los que estaban en esa gran multitud, pedían su crucifixión:

Pero ellos gritaron: !!Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.

En realidad, respondieron correctamente, Jesús no era su rey, porque Jesús dejó bien claro que su reino, no es de este mundo, y esto mismo se lo dijo claramente a Pilato:


Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

El reino de Jesús es el Reino de los Cielos, un reino espiritual.

Y la única forma de pertenecer a su Reino, es naciendo de nuevo:


Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Cuando entregamos nuestra vida a Cristo, dejamos que el reine en nuestra vida.

Para poder entregarle nuestra vida debemos depositar nuestra fe, en su sacrificio en la cruz en nuestro lugar, de esta manera él nos limpia y nos justifica delante del Padre, por medio de su sangre, y produce un nuevo nacimiento espiritual en nosotros.

Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.

En esta declaración de Jesús está el evangelio anunciado a Pilato, Jesús nació y vino al mundo, para ser nuestro Rey, para que todo el que oye su voz, deje que Jesús reine en su vida.

El es la Verdad, y sólo en él podemos ser libres de nuestra separación eterna de Dios.

CONCLUSION

Hoy, ¿a qué grupo perteneces?

Al de los que conocen la Verdad (con mayúscula), o conoces algo pero todavía no entiendes realmente, la gracia de Dios?

Al de los ignorantes?

Los que no saben nada y no se preocupan por saber?

O los que se creen que saben, pero en realidad no saben nada?

Para todos, Cristo murió en la cruz, y resucitó.

El desea entrar triunfante en tu vida, y que le aclames como tu Rey, y le alabes y le adores por ese motivo.

Deja que el reine, y no endurezcas tu corazón, porque sólo en su Reino podemos hallar paz y guía para nuestras vidas.

A través de Su Palabra, podemos conocer lo que Dios quiere para nosotros, para que no seamos ignorantes, sino llenos del conocimiento de Dios.

Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.





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