TEXTO:2 Corintios 7:5-12 RV1960
5 Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. 6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; 7 y no solo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aún más. 8 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto. 12 Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
INTRODUCCION:
Venimos leyendo párrafo a párrafo dos cartas que Pablo le escribió a los creyentes de Corinto, y en el que leemos hoy, encontramos el desenlace como resultado de ellas, que como podemos ver nos damos cuenta que llena de satisfacción al apóstol. v.9
El motivo de las cartas
Recordemos que el motivo de las cartas fue reprenderlos por la inactividad y pasividad ante un grave pecado de uno de los miembros, un caso de inmoralidad sexual muy grave que implicaba incesto, del que todos sabían pero que era tolerado en la iglesia.
Aunque vemos en el v.12 que Pablo les dice:
12 Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido, sino más bien para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros. NVI
La reprensión de Pablo no provenía desde el enfado, ni desde el autoritarismo, ni mucho menos desde la rigidez religiosa, provenía del amor demostrado en el cuidado y el interés sincero por los hermanos de Corinto.
La tristeza de Pablo
Esta situación causó tristeza en Pablo, que deja ver un poco de decepción por el mal comportamiento de los corintios, además que como ya sabemos no es algo grato reprender a alguien cuando está en pecado; pero Tito trajo noticias que alegraron su corazón, los hermanos tomaron acción, el hermano que estaba en pecado fue reprendido, se arrepintió y fue restaurado. v.5-7 y 2Cor.2
La tristeza de los corintios
En un principio, esta carta causó tristeza en los que la recibieron, porque fueron reprendidos por tolerar algo que no era correcto, y el que cometió la infracción también se entristeció al tomar conciencia de su error. v.8
Dos tipos de tristeza
Y dice Pablo:
10 La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. NVI
En este texto se describen dos tipos de tristeza:
La tristeza que proviene de Dios
La tristeza del mundo
La tristeza que proviene de Dios
Cuando un niño es regañado, enseguida llora, porque el regaño causa dolor, incluso aquellos que somos padres también por dentro sufrimos por tener que reprender a nuestro hijo, pero sabemos que ese dolor momentáneo producirá un cambio en su conducta que es para su propio bien.
Cuando los que erraron, o sea pecaron (significado etimológico: errar el blanco), recibieron la amonestación, se entristecieron, sintieron dolor, y ese dolor los movió a un deseo de cambio, un deseo de agradar a Dios, dejando atrás lo que causaba ese error.
Arrepentimiento
A ese cambio se le denomina arrepentimiento, que significa dejar atrás lo que estaba haciendo, la forma de pensar, el modo de vivir, y dar la vuelta y comenzar de nuevo de otra manera diferente.
Metanoia
Cuando Jesús comenzó a predicar decía:
Mateo 4:17
17 …«Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca». NVI
La misma palabra, traducida del griego para referirse al arrepentimiento, que utiliza Jesús en su predicación es la que utiliza Pablo en el texto que estamos estudiando: “metanoia”, que significa cambiar la mente.
Cambio
Este arrepentimiento, produce un cambio.
La persona que es movida por el dolor que le causa la reprensión que Dios hace en su corazón, mostrándole lo equivocado que está y haciéndole sentir tristeza desde lo más profundo por estar errado no siguiendo Su voluntad, luego procede al arrepentimiento, y ese arrepentimiento genera un cambio. v.11
Eso es lo que predicaba Jesús, dejen de vivir como hasta ahora, denle la espalda y comiencen a vivir de una manera diferente, de la manera que agrada a Dios. Cambien la mente, metanoia!
No podemos decir que hemos decidido seguir a Cristo y seguir viviendo como antes de seguirle!! Ef.4:22
Cuando tomamos la decisión de seguir a Cristo comienza una metamorfosis de nuestra mente. Ef.4:23 El cambio es un proceso, que dura hasta que nos encontremos con Cristo, nunca acaba, y cada vez es más profundo, no es instantáneo. 2Cor.3:18
El comienza una transformación que comienza desde dentro, no es provocada por nosotros mismos, sino por su poder, la transformación se realiza cuando te rindes y reconoces que por ti mismo no puedes hacerla. Jn.3
2 Corintios 5:17
17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! NVI
¿Has experimentado un cambio en tu vida desde que decidiste seguir a Jesús, o sigues viviendo igual que siempre?
El cambio lo hace Jesús, pero la decisión de dejar tu vida en sus manos para que El haga la obra es tuya!
Después de recibir a Cristo en tu vida, no puedes seguir cometiendo las obras de la naturaleza pecaminosa, porque son contrarias al Espíritu.
En Gálatas 5:16-26 y Colosenses 3:1-17 encontramos una descripción casi igual de lo que es vivir por el Espíritu, son pasajes paralelos, tan claros que se explican por sí mismos, les comparto el de Gálatas:
La vida por el Espíritu
16 Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. 17 Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. 18 Pero, si los guía el Espíritu, no están bajo la ley.
19 Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos 21 y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 24 Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. 25 Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu. 26 No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros. NVI
Creo que en este párrafo no hace falta agregar nada!
El resultado de la tristeza
Nos dice el apóstol que esta tristeza o dolor que viene de Dios y produce arrepentimiento, o conversión como también es traducido en otras versiones, nos lleva a la salvación, sin dejar pesar o remordimiento.
Ni la tristeza, ni el dolor nos dan la salvación, la salvación nos la da Cristo por medio de su muerte en la cruz y su resurrección, esa tristeza nos conduce al arrepentimiento que nos lleva a recibir la salvación, y cuando ya tenemos la salvación al arrepentimiento que nos lleva a crecer en el camino de nuestra salvación.
En cambio la tristeza que hay en el mundo, nos lleva a la muerte, porque no produce cambios en nuestro ser, y nos aleja de la salvación que Dios nos ofrece.
La tristeza del mundo
La tristeza del mundo no es pesar por el pecado, sino porque se ha descubierto. Si se tuviera la oportunidad de hacerlo otra vez sin sufrir consecuencias, se haría. W.Barclay
El pecador que no se arrepiente sinceramente siente dolor porque se ha descubierto su pecado y no porque es movido a dejar el pecado.
Judas
Cuando Judas vio que habían condenado a muerte a Jesús, se arrepintió y devolvió las monedas que le habían pagado los sacerdotes judíos por haberlo entregado, pero su arrepentimiento no fue metanoia, fue remordimiento, y por eso no pudo soportar el sufrimiento interior, y se suicidó, en lugar de acudir a Dios por perdón y salvación. Mt.27:3-10
Pedro
En cambio cuando Pedro negó a Jesús, sintió dolor y lloró amargamente, su arrepentimiento fue verdadero, Mt.26:75, porque tiempo después vemos que fue reestablecido por Jesús, dándole una nueva oportunidad, otra vez Jesús volvió a decirle: sígueme!. Jn.21:19
CONCLUSION:
¿Con quién te sientes identificado, con Judas o con Pedro?
¿Hay dolor en tu interior, sientes remordimiento, y no hallas paz en tu vida?
Haz como Pedro arrepiéntete, cambia tu mente, vuélvete a Cristo y El se encargará de producir en ti los cambios que necesites en tu vida.
Los hermanos de la iglesia de Corinto, fueron movidos por la tristeza al arrepentimiento, hubo un cambio generado por el dolor, que esa experiencia nos inspire a nosotros!
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